"Diferentes noches, diferentes personas, quieren, no quieren, aman, no aman, alguien se enamorará, alguien se quedará atras, alguien se pasará de la raya, alguien se cansará Y dejará de querer... No lo enciendas y no lo extingas, no creas, no temas, no preguntes y cálmate... En algún lugar hay un montón de nosotros pero es insuficiente; en las carreteras habrá una incursión... Alguien se arriesgará y alguien fallará, alguien entenderá pero no ayudará... No creas, no temas y no preguntes"

(Ne ver', ne boysya, ne prosi-t.A.T.u.)

7 nov 2008

De la piratería y sus vicios...





¡Oye!, ¡trato de ver!… ¡ahhh!, ¡no vale!, ahora veo el techo del cine… conchale, no escucho bien… acabo de desperdiciar mi dinero, mejor hubiera ido al cine…









Se que no soy la única venezolana que recurre a la piratería como medio “económico” de entretenimiento, ¡oye!, ¡que puedes ver 6 películas al precio de una entrada al cine!; esto, hasta cierto punto, es normal, pero, muy pocas veces podemos realmente ver “x” película, ¿Por qué?, simple, las graban con cámaras de baja calidad directamente en el cine (juro que vi kung-fu panda con todos los títulos en ruso y doblada al español, eso se llama globalización).

¿Que no se escucha bien?, el audio ininteligible no es el único problema que se pueden observar en los DVD’s piratas, sino que ocupan una lista prácticamente interminable: Los sonidos del público expresando la emoción del momento, niños llorando, alguien comiendo cotufas, el que graba ahogándose y tosiendo, y nunca falta el que al estirarse muestre sus manos a contraluz ni el animal que olvidó comprar las botanas y se levanta en la mejor parte de la película, a veces es hasta más entretenido escuchar al público que intentar ver lo que intentaron –fallidamente- grabar.

Se que tu, querido lector/a, me puedes decir: Bueno, si tanto te apetece ver esa peli bien podrías haber ido al cine, a lo que yo te puedo responder que la falta de tiempo, compañía, y dinero, entre otros, son los motivos por los cuales prefiero ver una película en la comodidad de mi recamara antes que ir al cine.

En muy raras ocasiones, he conseguido películas que aún no llegan a las salas de cine nacionales, en versión “full DVD” (léase, con menús incluidos y todo), pero ha sido en muy pocas ocasiones.

Otro de los problemas es que, en algunos casos, la película ni siquiera está completa, recuerdo mi experiencia muy particular con “La dama del agua”, cuando por fin logre ver la primera hora sin quedarme dormida, la peli se acabó y nunca logré ver el final.

Sin contar cuando los vendedores de CD’s, DVD’s, Lilililili’s, entre otros (conocidos por estos lados como buhoneros), juegan con la mente y los sentimientos de nosotros, los indefensos compradores, al darnos esa película que tanto nos había gustado y, cuando llegamos a casa, resulta ser unos episodios de Candy-Candy… y, cuando llegas a reclamar, antes de abrir tu bocota ves un letrero que pone: no se hacen cambios ni devoluciones, ¿Y a quien llama uno?, ¿Al indecu?, ¿Va a la fiscalía?, ni de broma, que la piratería, en teoría, es ilegal, así que cuando vayas a comprar algún producto pirata, pide que te lo prueben primero, sino…

¡No Creas!