"Diferentes noches, diferentes personas, quieren, no quieren, aman, no aman, alguien se enamorará, alguien se quedará atras, alguien se pasará de la raya, alguien se cansará Y dejará de querer... No lo enciendas y no lo extingas, no creas, no temas, no preguntes y cálmate... En algún lugar hay un montón de nosotros pero es insuficiente; en las carreteras habrá una incursión... Alguien se arriesgará y alguien fallará, alguien entenderá pero no ayudará... No creas, no temas y no preguntes"

(Ne ver', ne boysya, ne prosi-t.A.T.u.)

15 nov 2008

¡Es que los mayores no me entienden!

Calimero es el único pollito de plumaje negro en una familia de plumaje amarillo y se caracteriza por llevar la mitad de su cascarón sobre su cabeza, por su inocencia e ingenuidad y su sensación constante de ser incomprendido y marginado por los demás manifestándolo en frases como "¡No es justo! ¡Qué injusticia!" o "¡Es que los mayores no me entienden!". A pesar de los muchos años que han pasado desde su emisión, todavía se utiliza el nombre de Calimero para definir a una persona melancólica, insegura, tímida, infantil o ingenua que se siente marginada por los demás con o sin motivo para ello.
Si... querido lector, me identifico con este particular personaje de animé, no porque me sienta márginada (Dios sabe que esto nunca ha sido así), sino por mi actitud un tanto infantil, pero, para sorpresa de todos, confesaré una vil verdad: esa raven inocente, con una sonrisa en el rostro, timida e infantil... es solo, al igual que Calimero, un personaje.
Pero no os lo tomeis a mal, algo que aprendí mientras estudié psicología es que es más facil para las personas confiar y abrirse con niños que con personas "mayores" (Mayor según el ravenccionario: persona con actitud seria, preoupada, estresada, con infulas de superioridad y exceso de vanalidad...), siempre se llga más lejos con una sonrisa que con un grito...

Nunca, bajo ningún concepto o circunstancia, se debe dejar oculto bajo el polvo de los años a nuestro niño interior, para probar mi teoría solo se le debe hacer esta pregunta a cualquier persona "mayor", y su respuesta será, invariablemente, la misma: ¿Cual ha sido el momento mas feliz de su vida?, siempre será algún momento de la infancia, entonces, si se fue tan feliz en la infancia ¿por qué debemos dejarla en el pasado y atarnos a la infelicidad?
No aceptaré que me pidan cambiar esa faceta de mi por la edad que tengo, no renunciaré a mi LIBERTAD ni a mi FELICIDAD por conceptos "sociales discriminativos", si no siento deseos de cambiar simplemente no lo haré.

Y tú, cuando alguién te diga que debes madurar porque es parte del ciclo vital del ser humano y parte de la evolución social...simplemente, cierra los ojos, escucha tu voz interior y...

¡No creas!