"Diferentes noches, diferentes personas, quieren, no quieren, aman, no aman, alguien se enamorará, alguien se quedará atras, alguien se pasará de la raya, alguien se cansará Y dejará de querer... No lo enciendas y no lo extingas, no creas, no temas, no preguntes y cálmate... En algún lugar hay un montón de nosotros pero es insuficiente; en las carreteras habrá una incursión... Alguien se arriesgará y alguien fallará, alguien entenderá pero no ayudará... No creas, no temas y no preguntes"

(Ne ver', ne boysya, ne prosi-t.A.T.u.)

11 abr 2012

Brillar con luz propia

Vas manejando y consigues un semáforo en rojo… hace unos cuantos años atrás esto era perder 98 segundos (Aproximados) de tu vida sin absolutamente nada que hacer, exceptuando, tal vez, escuchar música o la radio, pero gracias a la situación económica actual cada vez más venezolanos deben buscar las formas de sobrevivir.



Una de las más creativas y rechazadas ha sido la labor desempeñada por los malabaristas callejeros, quienes esperan que la luz roja del semáforo aparezca para intentar, en esos 98 segundos, entretener a los conductores y sus acompañantes con un espectáculo corto y luego recolectar la mayor cantidad de propinas posibles.

Al principio este negocio resultaba muy rentable (sé de un malabarista en particular que llegaba a ganar hasta 80 Bs diarios), pero cada día fueron apareciendo más y más malabaristas, por lo que ya el simple juego de lanzar cuatro pelotas al aire y jugar con ellas no era suficiente: todos debían mejorar.

Pronto aparecieron cadenas con fuego, cuchillas, dos malabaristas juntos tratando de mantener objetos peligrosos circulando por el aire, inclusive llegué a ver a uno de ellos intentar subirse a un monociclo de dos metros de alto (sólo lo intentó, un policía le prohibió hacerlo porque era demasiado peligroso).

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos que hacen estos jóvenes por entretenernos cuando quedamos atascados en una cola o en el semáforo, no es bien recibido por muchas personas por considerarlos “un desecho de gente sin aspiraciones” o incluso automáticamente piensan que están en el mundo de las drogas y eso es lo que les lleva a trabajar en la calle.

Indiferentemente de estos argumentos, debería reconocerse el esfuerzo por mejorar y la pasión que ponen en su oficio, ya que más de una persona con un trabajo convencional (con aire acondicionado, quince y último, horario fijo, entre otros) no se apasiona por lo que hace ni intenta mejorar para ser reconocido o ganar más, de hecho, en muchos casos, intentan hundir a sus compañeros de trabajo para que les reconozcan el poco esfuerzo que hacen en vez de intentar brillar con luz propia; los malabaristas son honestos y dicen hacer exactamente lo que hacen, sin ocultarse y sin pena.

Los malabaristas nos enseñan una valiosa lección en cada semáforo: has aquello que te apasione, lucha, viaja, conoce, no te quedes varado en la luz roja que detiene por 98 segundos tu vida, sólo intenta ser el mejor y hazlo bien, por ti mismo y siempre recuerda que ya está bueno de jugar con las pelotas.

23 ene 2011

La discriminación y el papel de los medios de comunicación

Este fue un discurso que tuve que dar para cierta clase... espero que lo disfruten

Buenos días tengan ustedes como publico que me escucha. El día de hoy hago acto de presencia para hablar de un tema que denigra a muchos seres humanos, la “DISCRIMINACION”, enfocado en la influencia de los medios de comunicación, ya que la función de los medios masivos puede analizarse con relación al papel que juegan para la sociedad o se puede discutir sobre la influencia que juegan, o deben jugar sobre ella y cuestionar la relevancia de su contenido
La discriminación es una forma de violencia pasiva; convirtiéndose, a veces, este ataque en una agresión física. Quienes discriminan designan un trato diferencial o inferior en cuanto a los derechos y las consideraciones sociales de las personas, organizaciones y estados. Hacen esta diferencia ya sea por el color de piel, etnia, sexo, edad, cultura, religión o ideología.
El prejuicio a cierto tipo de comunidades hace que los individuos que pertenecen a estas sean prejuzgados antes de ser conocidos. Son generalizados y rechazados. La intolerancia, el rechazo y la ignorancia en la mayoría de los casos son determinantes para el nacimiento de conductas discriminatorias.
Es cierto que todas las personas del mundo ejercen en algún grado discriminación hacia el otro. Si bien, muchos pueden creer que es una actitud innata del ser humano, es una construcción social y no solo eso, se origina y se perpetúa a través de los medios masivos de comunicación social.
Debemos aceptar el hecho de que, en la actualidad, las personas comunes pasan más horas delante del televisor que hablando con sus amigos o familiares, por ello se debería establecer un nuevo paradigma donde los medios no distorsionen la realidad.
Con esto no quiero decir que deban verse en la necesidad de cambiar toda su programación y convertirse en un “sustituto o complemento de la educación moderna”, ya que la finalidad de los medios, por encima de informar, es entretener y distraer de la vida cotidiana.
Sin embargo, para conseguirlo, los medios no deberían caer en estereotipos ni efectuar procesos de “discriminación discreta” que, a la larga, sólo terminan por deformar la visión de las personas sobre la realidad.
Por ejemplo: es un hecho que en los noticieros de la televisión venezolana no aparecen personas de color, al menos no como periodistas, claro; ni tampoco se utilizan como protagonistas de novelas o series, y, en caso de aparecer, lo hacen haciendo papeles secundarios y usualmente representando al malandro del barrio.
¿Acaso no nos enseñaron en la escuela que la mayoría de los venezolanos somos, en la actualidad, fruto del mestizaje entre negros, blancos españoles e indios?, pareciese que a los medios no les importa tanto de dónde venimos o quiénes somos sino cómo nos vemos.
Pero esta triste situación no sólo se da con gente de color, también se logra notar en cuanto a la forma en la que muestran a otros grupos sociales, como los homosexuales; en el caso de los hombres homosexuales, sólo aparecen en las telenovelas del país como “las peluqueras” o “Las locas”, y en programas de chismes, siendo una verdad irrefutable que hay hombres homosexuales serios en otros niveles de las jerarquías sociales, como la política, la ingeniería, la ganadería… en fin, no sólo en actividades “femeninas”.
Algo que llamó mucho mi atención fue cuando, en cierta oportunidad, observaba un talk show transmitido por Venevisión en la mañana, en el mismo segmento se escucharon las palabras “orgía”, “Trios”, “Amantes”, y “Drogas”, pero la palabra “lesbianas” sufrió una censura, y en cuanto a ver a un personaje lésbico en una telenovela venezolana, es más un sueño inalcanzable que una realidad.
Y ¿Dónde dejamos las marchas del orgullo gay?, cualquier tipo de marcha, al menos en la capital, cuenta con los medios masivos para convertirlo en un evento noticioso, pero esta marcha en particular y que se efectúa a nivel mundial, pasa sin pena, sin transmitirse y sin gloria.
En cuanto al papel de la mujer es más complicada la cosa, porque, generalmente, son catalogadas de “resentidas sociales”, “manipuladoras”, “lloronas y rencorosas”, usualmente se ve a la protagonista luchando y sufriendo para poder ser feliz cuando tenga a su príncipe azul a su lado, esto enseña a las más jóvenes a que su felicidad dependa exclusivamente de la compañía masculina y, a las mayores, a sentir frustración por no conseguir cumplir con esos parámetros sociales. Sumado a esto, el enfrentamiento por las reiteradas formas en que se usa el lenguaje sexista en los mensajes interpersonales y los recibidos a través de los medios masivos y publicitarios, los cuales venden a la mujer como objeto y no como un ser. Aquí es mi deber informarles de una gran verdad: no todas las madres solteras del país trabajan como servicio, ni son pobres, ni fueron abandonadas por el hombre cuando se enteraron que estaban embarazadas, y resulta que los hijos de madres solteras no siempre tienen un papá millonario que llega en algún momento a sacarlos del barrio.
Y es que son cientos de situaciones que se ven a diario en la televisión, que deforman la realidad y afectan la psique de los venezolanos desde temprana edad, convirtiéndolos en personas autómatas que rechazan todo aquello que sea diferente a lo “normal”, y ¿qué es lo normal?, fácil: lo que muestran en la “tele”, porque si aparece allí es porque debe ser cierto, pero la realidad es que los individuos que discriminan tienen una visión distorsionada de la esencia del hombre y muchas veces este rechazo se manifiesta con miradas odiosas o con la falta de aceptación en lugares públicos, trabajos o escuelas, acciones que afectan a la persona rechazada. Bien lo dijo el internauta argentino, Guillermo Gapel: "La discriminación es la única arma que tienen los mediocres para sobresalir".
Yo los exhorto a ustedes, como futuras comunicadoras sociales, a cambiar su mentalidad y postura ante esta injusticia, a trabajar en conjunto para recuperar la realidad, para romper las barreras discriminativas que los medios han impuesto y que nosotros hemos permitido de forma silente, recordemos que todos somos seres humanos y que podemos sufrir esto en carne propia o con un hijo, esposo, amigo, o algún otro familiar cercano, seamos más humanas y más sensibles ante el dolor ajeno, y de esta forma conseguiremos establecer un nuevo paradigma de comunicación social: comunicación hecha por humanos para humanos.
He dicho, gracias.
Aileen Zaera.

10 ene 2009

Aromas...



El olfato, en el humano, es uno de sus cinco sentidos más importantes puesto que estamos expuestos en cualquier momento a las fragancias del ambiente, de la naturaleza, de las personas o de las cosas. La mayoría de las veces relacionamos los olores con las personas, reconocemos estos olores personales al tener un encuentro cercano con esta persona, por esta misma razón podemos recordarnos de alguien al percibir cierta fragancia o perfume que esté en el ambiente.
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Hay ciertas etapas de mi vida que puedo recordar claramente, pero es un recuerdo algo bizarro, como si yo no fuese quien lo hubiese vivido… puedo clasificar esos recuerdos por el aroma, cada época tenia un olor distinto. El recuerdo en particular que me ha inspirado a escribir esto es el de una visita matutina, alguien despertándome al darme un golpe –me dolió- por la espalda.
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En ese entonces yo aún estaba en bachillerato, pero esto no me preocupaba mucho, yo estaba descubriéndome a mi misma, pero esto no es lo que importa… como estaba diciendo, yo estaba en bachillerato y ese año las clases del ciclo diversificado se daban por la tarde (léase….4to y 5to año), por lo tanto, dormía hasta tarde si no decidía salir para hacer vida social en el tan conocido “Boulevard del Centro” (si…ese agujero no tan escondido donde los jóvenes perdemos tiempo fumando, hablando babosadas y perforándonos o tatuándonos…ese lugar).
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Alguien en especifico llego a mi casa a las 7am, y al verme placidamente dormida me dio un beso en almejilla y luego un golpe en la espalda para que me despertase… solo eso…. Creo que no hubo más contacto físico entre nos además de ese y los usuales besos en la mejilla de saludo y despedida.
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Recuerdo ese día con un aroma a café con leche y a unos pastelitos recién salidos de la freidora eléctrica (nos encontramos en el 2002, paro petrolero…no tenía gas), también recuerdo que ese día regale unas cosas, pero eso no importa.
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Al recordar esta época….esos 4 o 5 meses, siento nostalgia, es una época que tengo muy en cuenta que nunca regresara, pero yo… yo era libre, de una forma que no volveré a serlo, hacía lo que quería cuando quería y no me importaba nada, era…irreverente (millones de veces más de lo que lo soy hoy en día). No volveré a ser tan libre porque no era feliz, en realidad, creo que nada me importaba por lo vacía que era, e ingenua, e ilusa, y estúpida… si…fui estúpida…nunca debí ver…
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Bueno, esto ya no importa, esa no soy yo y, aunque me duela admitirlo muy en el fondo, nunca lo volveré a ser, ahora solo soy esta versión descafeinada de mi misma que tanto molesta a muchos, ¡No puedo imaginar que dirían si hubiesen conocido a la Raven original!, cuando ni siquiera tenía ese “mote” (o alter-ego, como prefieran llamarlo), le tengo cariño a esa Raven, tan conocedora de nada… nunca me arrepentiré, tengo mas historias que contarle al mundo que la mayoría de los adultos que conozco… sin ocultar nada, sin cambiar nada, supongo que siempre quedará algo de irreverencia en mi vida.
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El mundo está lleno de aromas, y es mas difícil olvidar una imagen olfativa que una visual o una sonora… solo cerraré los ojos y creare memorias sólidas a partir del viento por siempre…
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¡No preguntes!

No tengo tiempo...



“No tengo tiempo” (Mi excusa favorita).-
Son incontables las ocasiones en que he escuchado esta frase, y aun más las veces que he recurrido a ella para zafarme de algún tedioso compromiso, es fácil de decir y de olvidar, la combinación perfecta que te hace quedar bien en casi cualquier momento.
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Esta frase posee tres fases para su correcta ejecución:
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1) Calentamiento: En esta fase procederemos a estudiar por unos segundos (no más de quince) el escenario futuro hipotético que se nos está planteando, lo sumaremos a todo lo que nos refleja la persona que lo propone y llegamos a la conclusión que no tenemos tiempo para hacerlo, para hacerlo más real se sugiere fruncir el ceño brevemente, bajar la mirada al suelo, hacer algún gesto de decepción y luego mirar a los ojos de nuestro interlocutor.
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2) El vuelo de la gallina: El éxito de esta fase depende completamente del éxito de la anterior, esta es una etapa de transición que, tomando en cuenta el grado de necedad y/o de interés de la otra persona, nos dará tiempo suficiente para pensar en la conclusión de esta excusa, veamos un ejemplo, ustedes serán a y su interlocutor será b:
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a- Uhm… lo siento, hoy no tengo tiempo.
b-
Vamos, de verdad quiero que me acompañes, además, la última vez me prometiste que...
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La ciencia está que mientras b enumera una lista de razones por las cuales ustedes deberían ir, ustedes se están preparando mentalmente para la siguiente fase.
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3) Shoot to kill (dispara a matar): Luego de escuchar atentamente todo lo que nos dijo nuestro interlocutor para intentar –fallidamente- hacernos cambiar de opinión y de haber pensado claramente todos las posibles rutas de escape, lanzamos la estocada final que garantizará nuestro éxito, recuerden que mirar fijamente a los ojos y fingir que estamos apunto de morir por no poder cumplir con dicha cita son condiciones fundamentales; la excusa más creíble –sobre todo si es recitada con cara de sufrimiento- son aquellas relacionada con la familia, por Ej.: hoy tengo que salir con mi mamá a hacer unas diligencias y ya sabes como se pone; claro, si es a tu madre de quien te quieres zafar, cualquier cosa relacionada a los estudios funciona a la perfección.
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Adicionalmente, hay que tomar en cuenta dos cosas para el éxito de esta fase:
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a) La excusa debe ser creíble y no implicar muertes, enfermedades, nacimientos ni cumpleaños, en todas y cada una pueden pedir acompañarnos.
b) La excusa no debe ser larga ni explicada, solo un aspecto global, recuerden el dicho de “No aclares que oscureces”
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Ahora practica bien, el poder de esta frase es incontable y solo podrá ser medido por ti… debes recordar que cuando alguien te diga esto es porque tal vez desee hacer otras cosas, así que cuando escuches que alguien te canturrea No tengo tiempo…
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¡No creas!

Esperar...



Según el Diccionario de la RALE, esperar significa: Tener esperanza de conseguir lo que se desea. 2. Creer que ha de suceder algo, especialmente si es favorable. 3. Permanecer en sitio adonde se cree que ha de ir alguien o en donde se presume que ha de ocurrir algo. 4. intr. No comenzar a actuar hasta que suceda algo.
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Y mientras lo haces piensas que sirve de algo, cuando en realidad es inútil, como cuando te encuentras en medio de una grave enfermedad y esperas a la muerte, la cruda realidad es que cuando menos la esperes es cuando llegará.
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No obstante, dejar de esperar también es inútil, me explicaré mejor, tienes una cita muy importante pero no podías esperarte cinco minutos, así que te fuiste y posiblemente, con esto, perdiste la mejor oportunidad de tu vida… solo por no saber esperar.
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Entonces ¿cómo sabemos cuando esperar y cuando no?, fácil, llama y pregunta a quien esperas si va a llegar, corrobora la hora y ten paciencia, no pienses en el futuro, que nadie sabe que hay en esa zona del tiempo, y no te presiones.
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Si ves a otra persona esperando, levanta tus pulgares y si desconoces las razones por las cuales espera, lo mejor es que…
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¡No preguntes!